Ada Salas es una de las voces más valoradas de la
poesía española actual. Sus poemas -en verso libre, muy breves y depurados, de
sintaxis sencilla y vocabulario selecto- buscan la esencialidad, sugerir más
que decir, dar la palabra al silencio. Basta leer el primer poema, A qué lugar me llevaré a buscarte -
que parte de la experiencia de la muerte del padre- para percibir esto y
valorar su enorme capacidad expresiva.
“El poema no es la llama, sino la cicatriz
de la gozosa quemadura de un conocimiento nuevo”
A qué región me
llegaré a buscarte
ahora que reposas a mi lado
en forma de deseo
hombre
cuya belleza apenas
conocía. Cada día me ciñe
su cilicio de ausencia.
Me has herido de vida desde toda
tu muerte
y no hay sueño bastante a tu vacío.
ahora que reposas a mi lado
en forma de deseo
hombre
cuya belleza apenas
conocía. Cada día me ciñe
su cilicio de ausencia.
Me has herido de vida desde toda
tu muerte
y no hay sueño bastante a tu vacío.
…
Hay libros que se
escriben sobre la carne misma.
Son esas cicatrices que nos hablan
y sangran
cuando el tiempo se rinde a su derrota
un puñado de signos que apenas
comprendemos
y eran el beso intacto de la vida.
Son esas cicatrices que nos hablan
y sangran
cuando el tiempo se rinde a su derrota
un puñado de signos que apenas
comprendemos
y eran el beso intacto de la vida.
….
Tiene
la tarde un gesto de caballo
sorprendido en
carrera. La estación
se descalza y ofrece
tulipanes abiertos
rojas resurrecciones
efímeras.
Debe ser esto el
tiempo:
el azar o la huida.
…
Tuyos
son la mirada
y el canto
el hambre con que amo
la doliente
pequeñez de las horas
todo
lo que habita la
vasta sucesión de tu ausencia.
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