domingo, 29 de diciembre de 2013

La pasión de la lluvia, de Kiki Dimulá


Hace ya algunos días asistí a la presentación de un libro: La pasión de la lluvia, de la poeta griega Kiki Dimulá .
Se trata de la primera antología bilingüe griego-castellano de esta autora en España. Una edición preciosa de la editorial Point de Lunettes en la que se recogen una veintena de poemas que nos permiten disfrutar de la palabra y el mundo poético de esta mujer que , a  pesar de haber sido distinguida con el  Premio Europeo de Literatura en 2009,  aún no es demasiado conocida en nuestro país . Yo - aclaro- tampoco la conocía y mi asistencia al acto de presentación en el Bibliocafé estuvo motivada porque en su traducción y edición ha participado nuestra compañera Paula Vidal, la profesora de griego de nuestro centro, a la que animo a que un día nos hable de la apasionante y dificultosa tarea que debe conllevar la traducción poética. Y a la que felicito por el trabajo realizado y envidio por darse el gustazo, gracias a su conocimiento del griego moderno, de disfrutar de esa poesía en su "estado natural".
Transcribo aquí, a modo de regalo navideño, tres poemas.
El segundo es el que sus taductores  eligieron para dar título a esta antología, ya que además de destacar por su calidad excepcional , refleja de forma magistral las preocupaciones de su autora y los aspectos formales de su poesía.
Poesía entre lo conceptual y lo sentimental, que subyuga enseguida, que sorprende; poesía en la que se adivina , con ritmo acorde, la búsqueda afanosa de la palabra exacta y que nos permite intuir ese algo  inaprensible de lo cotidiano y de nosotros mismos.



EL NÚMERO PLURAL
El amor,
nombre sustantivo,
muy sustantivo,
número singular,
género ni femenino ni masculino,
género indefenso.
Número plural
los amores indefensos.

El miedo,

nombre sustantivo,
al principio número singular
y después plural:
los miedos.
Los miedos
a todo de ahora en adelante.

La memoria,

nombre propio de las penas,
número singular,
sólo número singular
indeclinable.
La memoria, la memoria, la memoria.

La noche,

nombre sustantivo,
género femenino,
número singular.
Número plural
las noches.
Las noches de ahora en adelante.


LA PASIÓN DE LA LLUVIA

Entre lo lógico y lo ilógico
empezó la lluvia a deshacer la medianoche
con ese sonido siempre derrotado
tuu, tuu, tuu.
Sonido sostenido, evocador, solitario,
sonido corriente de lluvia corriente.

Pero lo ilógico

otra escritura y otra lectura
me enseñó de los sonidos.
Y toda la noche escucho y leo la lluvia,
te con u, u junto a te,
cristalinas letras que chocan
y susurran un tú, tú, tú.

Cada gota un tú, 

toda la noche
el mismo inexplicable sonido,
interminable sonido,
interminable y necesario tú,
balbuceante lluvia,
como un intento náufrago 
de contar algo extenso
y dice sólo tú, tú, tú,
nostalgia monosilábica,
intensidad lacónica,
un tú como recuerdo,
otro como reproché
y como fatalidad,
tanta lluvia por una ausencia,
tanta vigilia por una palabra,
mucho me aturdió anoche la lluvia
con esa parcialidad suya
todo tú, tú, tú,
como sí todo lo demás no contara
sólo tú, tú, tú.


DIABÓLICA COINCIDENCIA

La impaciencia
la ausencia total de prisa
la manera de hablar
la manera de callar 
la insistencia
la gentil condescendencia
el vivo interés 
el indolente interés 
lo inmediato
lo indeciso
lo que depende del momento
lo inesperado
lo muy deseado
lo dudosamente deseado
y lo que por necesidad sucede

tienen exactamente el mismo código:


verdad, ¿cuándo te hallaré?


¿no es curioso?



1 comentario:

  1. Elisa, ¿no descansas nunca?
    Muchas gracias a ti y a Paula por traernos la magia de la poesía.

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